La Marcha Nórdica es uno de los deportes más completos actualmente. Los beneficios que aporta son tan numerosos como garantizados y todo ello sin llevar a nuestro cuerpo al límite; al contrario, la intensidad se ajustará a las características y necesidades de cada nordic walker. Pero no solo sacaremos provecho físico de esta práctica, ya que nuestra salud también se verá afectada positivamente. Es el caso de las enfermedades cardiovasculares, que las podrás mantener a raya con la ayuda de tus bastones.
El peligro de la vida sedentaria
Una de las principales enfermedades cardiovasculares que más sufre la población europea es la aterosclerosis. Se caracteriza por depositar placa (grasa, colesterol y calcio) dentro de las arterias, obstaculizando así la circulación de la sangre. Y con el paso del tiempo, al estrechar las arterias, puede causar grandes problemas, como ataques cardiacos o cerebrovasculares.
Desgraciadamente, esta enfermedad se ha hecho bastante popular en Europa por el estilo de vida sedentario de su población; es, de hecho, la primera causa de mortalidad en nuestro continente. Además, motiva discapacidades y elevados gastos sanitarios; como señala este estudio realizado por profesionales del Instituto Cardiovascular de Barcelona y del Institut Català de la Salut (Barcelona).
Sin embargo, tanto si la sufres o como si quieres prevenirla, puedes hacerlo gracias a los beneficios que te aporta el Nordic Walking.
Marcha Nórdica vs. enfermedades cardiovasculares
Desde que este deporte apareció en Finlandia el siglo pasado, no se ha dejado de remarcar lo completo que es. Y resulta perfecto para los pacientes que sufren cardiopatía isquémica crónica o síndrome metabólico.
La Marcha Nórdica nos ayuda a mover el 90% de los músculos de nuestro cuerpo, aumentando el gasto cardíaco; esto se traduce en una frecuencia cardíaca mayor aunque caminemos a velocidad reducida. De este modo, el sistema cardiovascular se ve mejorado junto a la resistencia cardiorrespiratoria.
En el artículo mencionado, los profesionales hicieron un estudio sobre la influencia del Nordic Walking en pacientes con enfermedades cardiovasculares; entre ellas, cardiopatía isquémica crónica estable, síndrome metabólico y sobrepeso. Las sesiones de Marcha Nórdica serían dos veces a la semana, de una hora de duración y durante un año.
Los resultados no pudieron ser mejores. El 71% de los pacientes asistieron a casi todas las sesiones, siendo estas voluntarias, y más de la mitad se compraron los bastones al terminar el estudio. Además, se demostró una disminución notable del riesgo coronario y la reducción de los factores de riesgo cardiovascular.
Por este motivo, y siempre que se sigan unos hábitos de vida saludables, el Nordic Walking puede ser de gran ayuda para pacientes con cardiopatías. No lo pienses más y únete a la gran familia de los nordic walkers; los bastones se convertirán en tus mejores aliados y te harán ganar salud.
Foto de portada: hoy.com.do