Para practicar la Marcha Nórdica lo que nunca pueden faltar son tus bastones especiales; ya que serán tus mejores compañeros de viaje. Sin embargo, no solo de este elemento se compone tan beneficiosa actividad, ya que existe un equipo inicial aconsejable. Es necesario portar una mochila donde guardar la comida y el agua, así como llevar ropa adecuada y zapatillas cómodas; de esta forma podrás sacar el máximo provecho a este deporte que cuenta cada día con más seguidores. Y por ello queremos explicarte que aspectos debes de tener en cuenta al elegir el calzado para hacer Nordic Walking.
¿Cómo es tu pisada?
Elegir un buen calzado es importante porque este soportará el peso del cuerpo y su impacto contra el suelo; además, se calcula que en una hora de Marcha Nórdica se realizan unas 6000 pisadas. Esto podría destrozarte los pies si no escoges unas zapatillas cómodas y flexibles que se adapten a tu paso; pero cada persona es un mundo así que primero necesitas saber cómo pisas: supinador, pronador, neutro…
Existen diferentes métodos para saber qué pisador eres, como ver a un podólogo o hacer tu propio “test” en casa. Sobre esto, puedes mirar el desgaste de las plantillas de unas zapatillas que hayas llevado asiduamente y sean cómodas; o puedes mojar la planta del pie durante unos segundos (o pintarla) y apoyarte en un periódico o cartulina.
Escoge el mejor calzado para hacer Nordic Walking
Pese a que necesites unos bastones especiales para realizar este deporte, no ocurre lo mismo con las zapatillas; por ello, aunque existen zapatillas para Marcha Nórdica, también te podrán servir las de Trekking y de Running. El mercado no es tan limitado.
Pero comprar el calzado perfecto para tus pies es esencial y tienes que tener en cuenta estos tres factores.
La talla. Recuerda que los pies sufren variaciones de tamaño mientras hacemos deporte; es decir, suelen hincharse durante y después de la actividad. Y la Marcha Nórdica exige llevar un calzado en el que nuestros pies estén cómodos, ya que la pisada será completa. Es conveniente que al probarnos unas zapatillas podamos meter el dedo índice tras el talón; este gesto nos ayudará a saber si nos cabrá la misma zapatilla con un calcetín grueso, típico para este tipo de actividad. Asegúrate de que tus pies pueden rotar y realizar el movimiento específico que requiere este deporte; te servirá para evitar las rozaduras.
El tipo de suela. Si tienes pensado hacer Nordic Walking en cualquier parte, es importante que la zapatilla se adapte a tus necesidades. Sobre esto, la forma de la suela deberá depender del terreno que se presente: si es tierra, la suela deberá de tener surcos o relieve; si caminaremos por el campo, la suela tendrá que llevar tacos para agarras y no será blanda; si es cemento o arena, la suela podrá ser plana. Resulta óptima la fabricada en poliuretano de doble densidad, que aumenta la absorción de los impactos. Ten en cuenta que si quieres caminar en cualquier época del año, es mejor elegir unas zapatillas impermeables.
La amortiguación de la suela. Como ya hemos dicho, la suela absorbe el impacto y el peso de nuestro cuerpo contra el suelo. Por eso es importante que la amortiguación sea la adecuada, ni excesiva ni débil, para evitar lesiones y cargas musculares; la mejor será aquella que nos aporte seguridad y estabilidad, pudiendo ser de gel, aire u otros materiales.
Cuidado con el desgaste
Por último, recuerda que el calzado se estropea tras 800 kilómetros aproximadamente, perdiendo amortiguación y adherencia. Pero también se deteriora si está más de 6 meses sin ser utilizado, afectando a su impacto en nuestra salud.
Y te recomendamos que visites a un especialista que pueda ayudarte y aconsejarte en tus necesidades y características; desde un podólogo para conocer tu tipo de pisada como un experto en zapatillas cuando compres unas. De esta forma te asegurarás que coger el mejor calzado para hacer Nordic Walking.
Foto de portada: newfeel.es